LIBÉLULA

Imagino tu mano fuerte
trémula por el adiós cercano
volando como libélula en su frente,
cayendo en sus hombros,
disimulando ser fuerte.

Y tus ojos, arrasados de amor en la mirada
queriendo traspasar su alma
llevándole cargamentos de ternura y de recuerdos.
No me olvides...
No te olvides...
No olvides...

Y ella, en su paso firme
dejará tus huellas repetidas
las que ella pisó sobre tus pies en el inicio
y sobre ellas volverá
a buscar la misma mano trémula,
esta vez en el encuentro.

DUDA

Cerré los ojos con su imagen dentro
su aroma a piel cansada
quedó para siempre aleteando en mi olfato
que se agudiza buscándolo de nuevo.

Si pudiera
al abrir los ojos
verlo de frente a mí...
Si pudiera tomar la energía de no sé dónde
y hacerse evidente.

Pero la duda está.
Casi veinte años de pedirlo
todo el tiempo.
Siempre.

Y el olvido no llega ni llegará
porque eso es peor que la duda...
Ahora, al menos,
guardo su imagen en la retina de mi alma.

AZUL PROFUNDO

Nunca tanta fuerza extraña fue mía
ni mi guardado interior, cerrado a la fuerza,
dejó entrar ningún color en su escondite.
Llegó el azul plácido y profundo
indagando siempre el principio y el fin
el por qué y cuándo.

Caminos nuevos
huellas antiguas jamás cansadas
recién nacidas con el sol de oriente,
horadando almas simples
engarzándolas en el hilo de la risa
y de la charla profunda.
Temeraria manera de marcar terreno...

Jamás cerré los ojos tan absurdamente
como ante el azul profundo manso de los tuyos.

Húmedo perfecto

Arrebatado amante
mientras el deseo te pone de rodillas
y el fragor en mi sexo me estremece
robarte quiero el aliento
en un beso -húmedo perfecto-
cual vampiresa vuelta a la vida
succionando la sangre de tus ganas;
penumbra, sudor y calor de lujuria desbocada
muero por hacerte mío
bajo la fuerza de mis ansias.

UN NUEVO SHIVA

Así es siempre tu llegada
como un vendaval de hielo quemante
como sal que pone miel en mis labios
como ceguera llena de luces
y el vacío en el corazón repleto de ternura

Tus dedos me enseñan tu alma
tus temores más antiguos
tus vicios y demonios
tus cúspides de gloria
ensoñaciones nocturnas todas

Y nada se compara a tu locura
salvo la que has puesto en mi alma
desde que irrumpiste destruyéndolo todo,
para siempre jamás.