Thursday, March 30, 2006


SOY

La voz que te aconseja
la oyente atenta que te escucha
seco lágrimas
le hago frente a tus rabietas
a los silencios inexpugnables
a tus iras

Cierro los ojos imaginándote
ojos arrasados
boca en mueca repulsiva
el pecho abierto
a viva piel del alma
gritando dolores de otros siglos

aferrándote
necio y morboso
a una muerte pasada hace mil vidas
pero que te hace purgar los pecados de esta mañana
cuando te sientes solo
y culpable
abandonado en tu herida

entonces reclamas
gritas al viento el error supuesto
y no te das cuenta que todo en esta vida
es causa y efecto
hasta en la muerte dolorida

no soy piel
no soy boca
ni sexo
ni ojos en tu cama amanecida

sólo soy el alma que te acoge
que cuida tu razón y tu locura
desde una madrugada fría

no soy más
y no soy menos

sola yo con tu agonía.

Monday, March 27, 2006


LIBREMENTE

Por más que busco entre mis ojos
entre la oscura capa de mis párpados
en la rojiza penumbra del sueño
arranco malas hierbas
araño y escarbo entre el recuerdo

No encuentro una brizna de deuda
ni de compromisos adquiridos

Vos y yo somos lo que somos
porque tu palabra enlazó a la mía
una madrugada enloquecida
porque solos estuvimos por siglos de vigilia hasta encontrarnos
en la búsqueda perpetua
del mismo pulso en nuestras venas

Y la misma palabra que me diste
que yo abroché a mi alma enardecida,
esa misma palabra te devuelvo
si en ello consigo mantener tu vida

Si el aleteo de mis dedos en tu frente nunca llega
si el aroma de tu piel amanecida nunca aspiro
si el sabor de tu boca amarga en la alborada nunca pruebo
todo entrego, si con ello engancho tu alegría

Nada me debes
y nada debo
todo lo que somos y queremos
es tan libre como el aire que respiro
aunque tengas mi lecho intocado prometido
o la seda de mis muslos esperando tus apremios
nada será obligado
sólo la brisa de tus gemidos en mi oído

Thursday, March 23, 2006


La mejor palabra

La mejor palabra, dicen, es la que no se dice.
No la diré, entonces.
Sólo quiero hacerme presente
y contar contigo los amargos segundos
en contrapartida a los dulces recuerdos
-los que seguramente atesoras callada-
guardados en las manos de tu alma
y en los sonidos ahogados de tus risas.

Si cada cual supiera cuándo se marcha
tal vez la vida no tendría gracia ni consuelo
tal vez todo sería tedio
desesperanza
sin remedio.

Pero cada vida es rica en sorpresas
en tiempo compartido sin temores
en entusiasmos, sonrisas y llantos
que nos unen en el torrente de sangre
o en la amistad recién adquirida.

¿Qué más se puede ofrendar al ser amado
sino momentos plenos, auténticos y nuestros?
El ojo en el ojo
y el alma enredada entre los dedos
desde la aurora de la vida
hasta la noche que abre otra puerta hacia otro día.

Qué más, ¡sino amor sin despedidas!